La aerolínea Czech Airlines (CSA) informó a los medios que presentó hoy una solicitud de reorganización según la Ley de Insolvencia, en el Tribunal Municipal de Praga.
En un comunicado emitido por la aerolínea se explica que la solicitud de reorganización se interpuso debido a la finalización de la moratoria extraordinaria y después de agotar todas las posibles vías para resolver la situación financiera causada por la crisis global de la aviación derivada de la pandemia COVID-19. La aerolínea puntualiza que el objetivo del proceso de reorganización es salvar la empresa y optar por la mejor solución para los acreedores.
El comunicado detalla «Antes de la COVID-19, CSA era una empresa rentable. Como consecuencia de la pandemia y las restricciones de viaje extraordinarias implementadas por los gobiernos a nivel mundial, su capacidad económica se vio desafiada significativamente. A pesar de las recomendaciones de la Comisión Europea y de la Asociación de Transporte Internacional (IATA), CSA no recibió ningún apoyo financiero del gobierno en contraposición a sus competidores directos que sí recibieron dicho apoyo de sus respectivos gobiernos, de conformidad con la recomendación de la CE y, por lo tanto, la aerolínea se enfrentó a una competencia desigual y desleal».
El gobierno checo se negó a su rescate
El comunicado de la aerolínea que el pasado 2018 celebró su 95 aniversario, apunta directamente a la negativa del gobierno de rescatar a la aerolínea «El estado Checo se negó a participar en el rescate de CSA siendo la quinta aerolínea más antigua del mundo y a pesar de que los accionistas declararon estar dispuestos a recibir dicho apoyo financieros para CSA».
Desde el 28 de agosto de 2020, Czech Airlines y su empresa matriz Smartwings han estado solicitando al gobierno Checo que implemente el programa de compensación “COVID-transporte aéreo” al igual que otros programas gubernamentales como “COVID-Bus”, “COVID- Alojamiento” o “COVID-Turismo”. CSA y Smartwings han pedido al gobierno de la Republica Checa apoyo financiero para cubrir 7.198 vuelos cancelados durante el estado de emergencia en el periodo comprendido entre el 14 de marzo de 2020 y el 24 de mayo de 2020, fechas en las que CSA fue obligada a suspender sus operaciones.
Según la aerolínea el gobierno checo justifica la falta de apoyo financiero, basándose en que no es posible diseñar una compensación para una sola empresa, lo que se contradeciría con el apoyo brindado a las aerolíneas en otros países. El comunicado indica que «La propuesta de reorganización es la última opción para salvar la empresa, a menos que el gobierno de la Republica Checa reconsidere su enfoque».
La empresa matriz Smartwings está abordando la situación actual bajo el régimen de moratoria regular con el apoyo de sus acreedores. El funcionamiento de ambas empresas continúa ininterrumpidamente y CSA y Smartwings continúan operando sus vuelos programados, y ambas aerolíneas reanudarán las operaciones de otras rutas sujetas a la situación epidemiológica, y restricciones de viaje impuestas por los países relevantes.
Estaba previsto que CSA comenzará a operar con el equipo más moderno y eficiente de nueva generación de Airbus a finales de 2020. La estrategia de la empresa se basaba en la expansión de destinos y red de rutas, incluyendo operaciones de larga distancia. Como consecuencia del estado de emergencia declarado y de las medidas extraordinarias implementadas debido a la propagación del coronavirus, CSA ha sufrido una pérdida de 1.57 mil millones de coronas checas y una caída sin precedentes en los ingresos de la compañía de alrededor del 20% respecto al año anterior.