Delta Airlines regresó a la mayoría de sus destinos en Latinoamérica, después del parón de vuelos por la pandemia, la mayor parte de 2020.
Por Alberto López
Por ejemplo, la aerolínea estadounidense, con base principal en Atlanta, Georgia, volvió a Argentina, Chile y Ecuador en vistas de ofrecer a sus pasajeros destinos de verano para el receso invernal en los Estados Unidos.
Los vuelos reiniciaron operación desde su hub principal en el Aeropuerto Internacional Hartsfield de Atlanta, el pasado 18 de diciembre, hacia las ciudades de Quito, en el Aeropuerto Mariscal Sucre, y Santiago de Chile, en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez.
Mientras el servicio a Buenos Aires, en el Aeropuerto Ministro Pistarini Ezeiza, reinició 19 de diciembre anterior.
Delta destinó aviones Boeing 767-400 a Buenos Aires y Santiago, mientras que a Quito se opera con el Boeing 767-300.
“Estamos listos para dar la bienvenida a nuestros clientes nuevamente a bordo y estamos ansiosos por mostrarles cómo hemos transformado la experiencia de viaje con mejoras en la seguridad que no sacrifican la comodidad o el servicio”, dijo el director gerente de Delta para América Latina, el Caribe y el sur de Florida, Luciano Macagno.
Según Macagno, “a medida que restauremos el servicio a nuestra extensa red, nuestros clientes descubrirán que una vez que estén listos, pueden reservar su viaje con confianza y estar seguros de que estamos anteponiendo su seguridad y la de nuestros empleados”.
Por otro lado, Delta bloqueará los asientos intermedios y limitará la capacidad a bordo para todos los vuelos hasta el próximo 30 de marzo, para extremar distanciamiento a bordo por el Covid-19.
También ha eliminado permanentemente las tarifas de cambio para viajes internacionales con origen en Estados Unidos.