La Fábrica Argentina de Aviones SA (FAdeA) llevará a cabo el desarrollo del avión IA-100, recientemente bautizado con el nombre “Malvina”. Un avión de entrenamiento militar y uso civil primario que será financiado por el Instituto de Ayuda Financiera para Pago de Retiros y Pensiones Militares (IAF) por la suma de 2.500.000 de dólares.
Este desarrollo será el primer proyecto de producción en serie de un avión en FAdeA, luego del IA-63 Pampa III, de entrenamiento avanzado.
La aeronave que se desarrollará a partir del acuerdo entre FAdeA y el IAF incluye especificaciones requeridas por la Fuerza Aérea Argentina (FAA), que encargará 25 unidades. Aunque fuentes de FAdeA matizan que “La intención de la FAA es comprar 25 aviones, aunque a fecha de hoy el desarrollo se encuentra en etapa de prototipo, por lo que el encargo será más adelante”
Relanzamiento
El programa fue retomado recientemente, tras un parón de cuatro años, justamente después de que FAdeA realizara el primer vuelo del demostrador tecnológico en 2016.
Con el relanzamiento del programa y el impulso actual por parte del Ministerio de Defensa argentino, Mirta Iriondo, presidenta de FAdeA, adelantaba en su entrevista exclusiva a Avion Revue el pasado mes de julio, que se prevé el «roll out» del IA-100 para diciembre de 2021, y la obtención de la certificación FAR 23 para el 2022.
Por su parte, Iriondo también destaca la importancia del programa en la industria nacional “Este proyecto fomenta el desarrollo de la industria aeronáutica nacional, dado que a través de FAdeA se involucrará a proveedores locales en un proyecto de alto potencial de crecimiento, entendiendo que este nuevo avión se podrá ofrecer a fuerzas aéreas de otros países para el entrenamiento de sus pilotos”.
El avión que producirá la Fábrica Argentina de Aviones ubicada en la provincia de Córdoba cuenta con la capacidad de formar pilotos militares en instancias iniciales del proceso de capacitación. Es una aeronave de amplio rango de operación, con capacidad acrobática y de recuperación de tirabuzón, al tiempo que su cabina e instrumental son acordes con la formación del piloto. Además, consta de bajo coste de adquisición y operación, un soporte logístico por 30 años. En ese sentido, el proyecto plantea una posible adaptación de tercer tripulante en cabina para etapas de instrucción de navegación y de aplicación al ámbito civil y crecimiento posterior versión 4 plazas.