Boeing ha paralizado temporalmente las entregas de 787 de su FAL de Charleston, Carolina del Sur, mientras realiza análisis adicionales en el mamparo de presión delantero del fuselaje.
Esta nueva interrupción de las entregas, detenidas hasta el pasado mes de agosto tras un parón de 14 meses por problemas de calidad, supone un nuevo revés para las esperanzas de Boeing de volver a un ritmo de producción de cinco 787 al mes a finales de este año.
Aunque poco a poco se van entregando 787 modificados, la producción de aviones totalmente nuevos apenas ha superado la cifra de uno al mes, debido sobre todo a los continuos problemas de la cadena de suministro. Boeing no ha entregado un 787 nuevo desde el 26 de enero. Sólo tres 787 fueron entregados a los clientes en enero después de promediar alrededor de siete por mes de septiembre a diciembre de 2022, los primeros cuatro meses completos después de su reinicio de entregas en agosto.
«Boeing detuvo temporalmente las entregas de 787 Dreamliners después de notificar a la FAA que está llevando a cabo análisis adicionales en un componente del fuselaje», dijo la FAA en un comunicado. «Las entregas no se reanudarán hasta que la FAA confirme que el problema ha sido resuelto».
Según fuentes del Wall Street Journal, las entregas se detuvieron tras descubrir un error de análisis de ingeniería relacionado con el mamparo. Las mismas fuentes afirman que el error de análisis se considera un incumplimiento por la FAA y, por tanto, un problema de documentación.
Boeing afirma que «al revisar los registros de certificación, Boeing descubrió un error de análisis por parte de nuestro proveedor relacionado con el mamparo de presión delantero del 787″. Lo hemos notificado a la FAA y hemos suspendido las entregas del 787 mientras completamos el análisis y la documentación necesarios. No existe ningún problema inmediato de seguridad en vuelo para la flota en servicio. La producción continúa y no se espera que esto aumente el trabajo de reparación de los aviones. Nos estamos comunicando con nuestros clientes y seguiremos las directrices de la FAA. Aunque las entregas a corto plazo se verán afectadas, en este momento no prevemos un cambio en nuestras perspectivas de producción y entrega para el año.»
Se cree que el último error de análisis no está relacionado con el problema anterior con el mamparo de presión delantero, que se descubrió a mediados de 2021 durante una revisión de la FAA de los procesos de Boeing utilizados para comprobar las uniones del fuselaje. En aquel momento, se pidió a la empresa que inspeccionara la interfaz entre el mamparo de presión delantero y la estructura delantera del fuselaje circundante. En la inspección se detectaron holguras que superaban la tolerancia máxima y obligaron a Boeing a tomar la decisión de que habría que desmontar y sustituir el mamparo de presión delantero de todos los aviones no entregados.
Boeing descubrió posteriormente que el análisis de fatiga del mamparo se había basado en cargas térmicas incorrectas. La corrección requirió un análisis actualizado, nuevos límites en los intervalos de inspección y un rediseño, la mayoría de los cuales se entregaron a ingeniería a finales de mayo de 2022. Las correcciones requirieron el cálculo de una limitación de aeronavegabilidad actualizada, que reducirá el umbral de inspección en el que debe inspeccionarse el mamparo de los 44.000 ciclos actuales a un número aún no especificado.