Si bien es cierto que la industria aérea en general (aerolíneas y fabricantes principalmente) le apunta a la neutralidad en carbono en sus operaciones para el año 2050 en línea con los objetivos de la IATA y la OACI, las compañías estadounidenses están tomando velocidad de crucero en sus estrategias medioambientales.
Si bien el apoyo de las autoridades ha influido en el desarrollo sostenible de la industria aérea estadounidense, la cultura empresarial de estas aerolíneas ha sido el mayor motor en este aspecto.
Es así como American, United y Delta al ser las tres gigantes del país, han liderado esta transformación hacia una operación amigable con el medio ambiente.
American Airlines
Para empezar, American Airlines se convirtió en la primera aerolínea en América del Norte en comprometerse a desarrollar un objetivo intermedio basado en la ciencia para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
De esta manera, la iniciativa Science-Based Targets (SBTi), una coalición que define y promueve las mejores prácticas en los objetivos de reducción de emisiones, aprobó el objetivo de American para 2035 como consistente con los niveles requeridos para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.
Por medio de esta iniciativa, American se ha comprometido a reducir tanto las emisiones directas, que provienen principalmente del combustible de los aviones que se usa en vuelo, como las emisiones de la producción del combustible que usa la aerolínea en sus aviones. Así como a reducir en un 40% las emisiones de la producción de electricidad que compra la compañía.
Estos acuerdos han servido como punto de partida para una serie de acciones que ha implementado American como el uso de tecnologías sostenibles en nuevas aeronaves y el de combustible sostenible, entre otros.
United Airlines
Por su parte, United ha desarrollado acciones amigables con el medioambiente desde aproximadamente 2015 cuando invirtió USD 30 millones en Fulcrum BioEnergy, productor de combustible sostenible.
Desde ese entonces, la compañía ha trabajado constantemente por reducir la huella de carbono en sus operaciones e incluso, ha evolucionado este objetivo al de ser una empresa 100% ecológica.
Scott Kirby, director ejecutivo de United, dijo al respecto: “Perseguimos el nuevo objetivo de convertirnos en una empresa completamente ecológica para el año 2050 mediante la eliminación de la totalidad de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. No lo lograremos con gestos ostentosos y vacíos, sino a través del camino más difícil y certero de reducir genuinamente las emisiones de la aviación. También sabemos que hay un límite a lo que una sola empresa puede hacer. Por eso, seguimos buscando oportunidades para colaborar con otras industrias. Debemos llegar a diferentes industrias para desarrollar esfuerzos coordinados que nos permitan alcanzar el que debe ser nuestro objetivo en conjunto: lograr la neutralidad de carbono”.
El uso de fuentes de combustible sostenibles, la captura y almacenamiento de carbono, la eficiencia operativa y la modernización de aeronaves son pilares con los que la compañía busca cumplir sus objetivos sostenibles y cumplirle al planeta.
Delta Air Lines
Por último, Delta Air Lines mantiene un modelo similar a sus rivales, pero destaca el uso de nuevas tecnologías, el trabajo social con comunidades y el reciclaje.
En palabras de la compañía, “Como empresa impulsada por un propósito, nos sometemos a un alto estándar de producción de resultados financieros sostenibles y responsables, a la vez que invertimos en comunidades saludables, mantenemos una fuerza laboral diversa e inclusiva y protegemos los entornos naturales. Estos valores impulsan nuestro enfoque general de sostenibilidad y responsabilidad ambiental, social y gubernamental”
Una estrategia sumamente innovadora de Delta, ha sido la de la reutilización de residuos y materiales. En 2020, se enviaron 50,000 libras de indumentaria de los uniformes para su recuperación en energía a base de desechos, evitando el envío a vertederos.
Mientras que, en 2018, la aerolínea emprendió uno de los programas de desviación textil más grandes en la historia de los EE. UU. Para lograrlo, Delta donó prendas a quienes las necesitaban, recicló telas, retiró el cuero de los asientos para una línea de productos especiales y recicló los materiales restantes para convertirlos en productos como aislamiento para viviendas y relleno de camas para mascotas.
Esta la forma en la que las tres aerolíneas más grandes de Estados Unidos se mantienen a la vanguardia de los objetivos sostenibles. Así mismo, su ejemplo ha servido para que la industria mantenga un paso firme hacia una operación 100% amigable con el medio ambiente para 2050.