La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de México cerró la compra de la marca de la extinta aerolínea Mexicana de Aviación, quebrada en 2010, por un monto de US$42,7 millones, después que un valúo estableciera un precio por hasta US37,8 millones.
Así determinó el valúo realizado por el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (INDAABIN).
El acuerdo de compra incluye las marcas que conforman Mexicana de Aviación, su centro de adiestramiento e inmuebles que son parte de los activos remanentes de la compañía.
Unos 8.000 empleados de Mexicana aguardan el levantamiento del concurso de acreedores para poder disponer de los fondos que se obtengan de la venta de activos de la compañía. Si bien según los cálculos de los sindicatos el monto acordado cubriría apenas un 10% de lo adeudado, haber salido de la inacción es para ellos una buena señal.
El Centro de Adiestramiento Técnico (CAT) representa un cuarto del valor del acuerdo, y se destaca por los simuladores de vuelo con los que cuenta, así como los recursos de enseñanza para tripulaciones y personal auxiliar.
Mientras que en el acuerdo firmado no se incluye el centro de Mantenimiento, Reparación y Overhaul (MRO) de Mexicana.
En noviembre del año anterior, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que esta nueva línea aérea (a cargo de la Sedena) contaría con el avión presidencial en su flota, un Boeing 787-8 Dreamliner, aparte de otros modelos de aeronaves, las cuales serían adquiridas en carácter de leasing o alquiler, para totalizar una flota de al menos 10 aviones.