Viva se declaró el pasado viernes en estado de insolvencia mediante el Decreto 560, normativa que permite a las compañías congelar sus acreencias con el argumento de una difícil situación financiera derivada de la pandemia de 2020.
De esta manera, Viva podrá negociar acuerdos de reestructuración, realizar pagos mediante acciones o bonos de riesgo y flexibilizar fechas de compromisos financieros, entre otros.
Gracias a este mecanismo, según fuentes consultadas por Portafolio la compañía “podría ahorrarse alrededor de US$22 millones por la congelación de pagos a los arrendadores de las aeronaves con los que tiene acreencias. Todos estos elementos, dan un nuevo aire en el panorama y un ‘respiro’ para la compañía, que no ha cesado de pedir ayuda.”
Este anunció de la compañía llega en medio de un panorama incierto acerca de su futuro. Castlesouth Limited, accionista controlante de Fast Colombia S.A.S., razón social de la aerolínea, en un comunicado afirmó que no ha recibido una oferta formal por parte de JetSmart, aerolínea que hace una semana anunció su intención de hacerse con Viva. «Hasta la fecha, JetSmart no ha presentado ninguna oferta a Castlesouth Limited. Adicionalmente, JetSmart ha solicitado amplia información para el proceso de debida diligencia sobre Viva”.
Ante esto, Castlesouth informó que en caso de recibir una oferta por parte de JetSmart la negociación tomaría un tiempo considerable sin que exista una certeza de que se pueda acordar una transacción. Y en caso de llegarse a un acuerdo con Viva, esta se encontraría sujeta a un periodo de espera adicional para obtener las autorizaciones regulatorias aplicables.
En este sentido, aunque Castlesouth no descarta un acuerdo con JetSmart u otra compañía, si aclara que la integración con Avianca es el mejor escenario para Viva. “La autorización inmediata por parte del Gobierno respecto a la integración de Viva con Avianca redunda en el mejor interés de Viva y sus pasajeros, acreedores, empleados y terceros interesados”, concluyó.