Un A400M «Atlas» de la Royal Air Force (RAF) realiza el vuelo más largo de la historia para un ejercicio aéreo en el Pacífico.
Un avión A400M de la base de la RAF en Brize Norton ha realizado el vuelo más largo jamás realizado por este tipo de aeronave para iniciar el despliegue de la RAF para el Ejercicio Mobility Guardian 23.
El Atlas partió de Brize Norton el 3 de julio y voló sin escalas durante 22 horas hasta Guam, repostando en el trayecto tres veces, una sobre el Atlántico, otra sobre Alaska y finalmente sobre el Océano Pacífico. Durante el vuelo, el Atlas se acercó más al Polo Norte, sobre la capa de hielo del Ártico, que en cualquier otro vuelo anterior de un A400M.
El primer repostaje fue efectuado por un Voyager del Escuadrón 10/101 que volaba desde el Reino Unido y el segundo y tercer repostaje fueron efectuados por un segundo Voyager que operaba desde la base aérea de Eielson de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos (USAF) en Alaska.
A su llegada a Guam, el Atlas junto con un Voyager de la RAF, elementos del Ala Médica Táctica y otro personal de apoyo de toda la RAF se unirán al ejercicio. Además de los aviones estadounidenses que participan en el ejercicio «Mobility Guardian», al destacamento de la RAF se unirán aviones y personal de Australia, Canadá, Francia, Japón y Nueva Zelanda.

«El ejercicio es el último ejemplo de la importancia que el Reino Unido concede a esta región, ya que la zona de entrenamiento se extiende desde el norte de Australia hasta Japón y luego a través del Pacífico hasta Hawai. El objetivo de las maniobras es que los países participantes desarrollen sus capacidades de interoperabilidad y su entendimiento, de modo que puedan aportar potencia aérea en caso necesario y superar el concepto de «tiranía de la distancia» indican fuentes de la RAF y añaden » Durante el ejercicio está previsto que se realicen salidas desde y hacia Japón. Estas actividades de la RAF demuestran el compromiso del Reino Unido con el recientemente firmado Acuerdo de Hiroshima entre el Reino Unido y Japón. Este acuerdo subraya que la seguridad y la prosperidad de las regiones euroatlántica e indopacífica son inseparables. El Reino Unido y Japón, al reforzar las capacidades compartidas en materia de seguridad, contribuyen a salvaguardar la paz y la estabilidad mundiales».