Por Nicolás Zorro Rincón
El Programa Next Generation Air Dominance (NGAD) de la Fuerza Aérea de los Estados unidos avanza en secreto con el fin de completar una aeronave que pueda reemplazar al actual F-22 Raptor de Lockheed Martin a partir de la década de 2030.
Todo apunta a que este caza en desarrollo utilizará sistemas de sigilo para ser indetectable ante los radares enemigos, así como programas de inteligencia artificial para analizar datos en tiempo real y ayudar a los pilotos de combate a vencer a sus adversarios.
También es de conocimiento que la USAF quiere que la aeronave tenga una mayor carga de armas y un mayor alcance para volar a través de vastas áreas de la región del Indo-Pacífico, ya que será destinado a contrarrestar posibles amenazas de la fuerza aérea de China.
El interés de la implementación de la inteligencia artificial en el proyecto recae en, según el sitio especializado Flight Global, “la creencia de que el futuro campo de batalla será abrumadoramente caótico y complejo: circunstancias desafiantes creadas por una gran cantidad de radares sofisticados, sistemas de guerra electrónica, misiles tierra-aire y aviones de combate lanzados por adversarios avanzados como China y Rusia.”
Este concepto busca que el piloto de la aeronave cada vez tenga menos injerencia en la toma de decisiones y los sistemas de análisis de datos e inteligencia artificial sean quienes recomienden las acciones a tomar en base a la analítica de su entorno y situación, evitando errores humanos.
En cuanto a su diseño, según las representaciones graficas publicadas, el avión poseerá una forma de diamante, similar al bombardero Northrop Grumman B-2 Spirit, que ayudará a la aeronave a burlar sistemas de detección. La aeronave contará con dos motores y dos estabilizadores verticales que se pueden retraer para plegarse en las alas.
El programa NGAD, el cual avanza rápidamente, busca desarrollar el caza más moderno, eficiente y equipado del futuro, lo que brindará una superioridad y dominio en los cielos para la USAF por encima de rivales como Rusia y China a partir de las características anteriormente explicadas y, a una serie de aliados tecnológicos en tierra y aire que complementarán los sistemas de inteligencia de la aeronave.