El Ala 31 del Ejército del Aire español recibió en la Base Aérea de Zaragoza el duodécimo avión de la flota de A400M, el T.23-12. La tripulación del vuelo estuvo a cargo del capitán Figueroa, capitán Blanco, sargento 1º Julián y teniente ingeniero Marta Romero.
El A400M ha incrementado notablemente la capacidad de carga y el radio de alcance del Ejército del Aire, lo que ha supuesto un salto tanto cualitativo como cuantitativo al reforzar sus capacidades expedicionarias. Así, la capacidad de carga se ha duplicado respecto al C-130, mientras que las distintas configuraciones que puede adoptar la aeronave le permiten operar en diferentes escenarios y supuestos.
Con una carga útil máxima de hasta 37 toneladas y un volumen de 340 m3, el A400M puede transportar numerosas cargas no estándar, incluyendo vehículos y helicópteros que son demasiado grandes o demasiado pesados para la generación anterior de los aviones tácticos de transporte, por ejemplo, un NH90 o un helicóptero Chinook CH-47, o un vehículo de combate de infantería pesada. También puede llevar vehículos civiles pesados como camiones, excavadoras o grúas móviles, necesarios para prestar ayuda en caso de desastres. El avión admite diferentes configuraciones de carga tales como el transporte y lanzamiento de 116 paracaidistas (con su equipo completo), el transporte de todo tipo de material como cargas sobre pallets en diversas configuraciones, como 9 pallets de 88″ x l08″, o una combinación de personal+ carga. Además, se puede configurar para realizar una evacuación médica de personal.