
Robert Schoeffling
Entrevista a Robert (Bob) Schoeffling, Vicepresidente de Desarrollo Estratégico Internacional de General Atomics Aeronautical Systems Inc. (GA-ASI).
Como Vicepresidente de Desarrollo Estratégico Internacional de GA-ASI, Bob Schoeffling es responsable de supervisar las iniciativas de captación internacional en toda la línea de sistemas de aeronaves pilotadas por control remoto (RPA), radares, sistemas electroópticos y sistemas de misión relacionados de la empresa para aplicaciones militares y comerciales en todo el mundo.
- Sabemos que General Atomics Aeronautical Systems es líder en sistemas de aeronaves no tripuladas para misiones militares. ¿Qué más puede decirnos sobre su negocio?
Con más de 1.000 aeronaves entregadas y 7 millones de horas de vuelo realizadas por nuestros clientes estadounidenses e internacionales en toda nuestra flota de aeronaves pilotadas por control remoto, GA-ASI celebra este año 30 años de excelencia en UAS. Estamos orgullosos de haber realizado una importante contribución a la seguridad mundial y de habernos convertido en un proveedor de confianza para las fuerzas aliadas de todo el mundo.
- ¿Para qué tipo de aplicaciones civiles son adecuados sus UAS de largo alcance y resistencia?
Los usos creativos e importantes de nuestros UAS van mucho más allá de las aplicaciones militares. La NASA utiliza el MQ-9 para transportar un radar láser especializado con fines cartográficos en apoyo de la protección del medio ambiente y de la vida silvestre, y como demuestra la Guardia Nacional Aérea de California cada año, la información y los datos recogidos por los MQ-9 son fundamentales para la eficacia y la seguridad de los equipos de extinción de incendios, así como para los funcionarios que planifican evacuaciones oportunas.
Además de estas importantes misiones, los MQ-9 pueden utilizarse para inspeccionar cientos de kilómetros de infraestructuras ferroviarias, de líneas eléctricas, de comunicaciones y de canales, para realizar estudios topográficos y para vigilar la agricultura, las zonas de inundación y las áreas silvestres.
Los MQ-9 también llevan sensores para supervisar las precipitaciones y la cobertura vegetal en vastas zonas, lo que ayuda al sector agrícola. Sensores similares pueden utilizarse sobre el océano para vigilar la pesca, ayudar en las operaciones de búsqueda y rescate, o apoyar los esfuerzos en caso de catástrofes medioambientales, como los vertidos de petróleo. Todos estos ejemplos, ya sean militares o civiles, favorecen la seguridad de la sociedad. De hecho, los posibles usos de la familia MQ-9 en el entorno civil sólo están limitados por nuestra imaginación.

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