El pasado viernes 5 de mayo se produjo un incidente peligroso durante un vuelo de patrulla de un avión Turbolet L-410 de la Guardia de Fronteras polaca, sobre el Mar Negro, durante una operación de Frontex bajo el mando de Rumanía en la zona operativa designada por Rumanía.

«Un caza bimotor ruso SU 35 entró en la zona operativa designada por Rumanía sin contacto por radio, y a continuación realizó maniobras agresivas y peligrosas, tres aproximaciones a la aeronave polaca sin separación segura. El incidente provocó graves turbulencias en el avión de la Guardia de Fronteras polaca. La tripulación de 5 personas de la Guardia Fronteriza polaca perdió el control de la aeronave y perdió altitud» detalla un comunicado oficial que añade «El avión de combate ruso realizó un sobrevuelo justo delante del avión de la Guardia de Fronteras, cruzando su trayectoria de vuelo a una distancia peligrosa. Según la evaluación de la tripulación, la distancia era de unos 5 m. Después de la tercera aproximación, el caza ruso se alejó de la aeronave polaca».

«La tripulación, especialmente los dos pilotos (un oficial y una oficial de la Guardia de Fronteras), demostraron excelentes habilidades y sobre todo una gran compostura, gracias a lo cual consiguieron aterrizar con seguridad» destaca el comunicado.

Como consecuencia del incidente, dos cazas de la Fuerza Aérea Rumana y dos de la Fuerza Aérea Española del Servicio de la Policía Aérea fueron pre-alertados por el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de la OTAN en Torrejón, estando preparados para intervenir en cualquier momento.