El pasado 6 de noviembre de 2019, Noruega declaró que el F-35A estaba operativo, tras completar un despliegue en noviembre destinado a validar que pueden operar los aviones fuera de la base de operaciones de Noruega, la Base Aérea de Ørland.

De esta forma, Noruega se convirtió en el tercer país europeo en declarar la capacidad operativa inicial del F-35, detrás del Reino Unido e Italia.

Nueve naciones cuentan con aviones F-35, y ocho han declarado Capacidad de Operación Inicial. Por su parte Noruega planea comprar 52 aviones F-35.

En los últimos dos años, la Fuerza Aérea noruega llevó a cabo intensas pruebas y evaluaciones operativas (OT&E) de condiciones especiales de Noruega, tales como operación invernal y cooperación con el Ejército de Tierra, la Armada y sus Fuerzas Especiales.

Para concluir el período de prueba, las Fuerzas Armadas de Noruega pasaron varios días transfiriendo aviones y equipos desde la base aérea de Ørland a la de Rygge (cerca de la capital, Oslo). El despliegue del sistema de aviones de combate de Rygge incluye técnicos y otro tipo de personal, así como el equipo necesario para entrenar y realizar operaciones desde allí. Esta fue la primera vez que los aviones de combate fueron operados desde una base distinta a la de Ørland.

El próximo año, los F-35 de Noruega se desplegarán en Islandia para llevar a cabo operaciones de vigilancia aérea OTAN.

Finalmente, en 2022, la Fuerza Aérea de Noruega acumulará suficientes F-35, pilotos y técnicos en el país para permitir que el F-35 se haga cargo de la misiones de alerta temprana. Estos F-35 estarán listos para la vigilancia aérea en Evenes, al norte de Noruega.