La Fuerza Aérea estadounidense (USAF) logró el primer vuelo militar con inteligencia artificial. Por primera vez la USAF voló con inteligencia artificial como miembro de la tripulación a bordo de un avión militar el 15 de diciembre.
El algoritmo de IA, conocido como ARTUµ, voló con el piloto, el Mayor de la Fuerza Aérea de los EE. UU. “Vudu”, en un U-2 Dragon Lady asignado a la 9º Ala de Reconocimiento en la Base de la Fuerza Aérea de Beale.
Los investigadores del Laboratorio Federal U-2 del Mando de Combate Aéreo desarrollaron ARTUµ y lo capacitaron para ejecutar tareas específicas en vuelo que de otra manera serían realizadas por el piloto.
El vuelo de prueba fue el resultado de años de esfuerzo concertado dentro de la Fuerza Aérea para aplicar tecnología de vanguardia a las operaciones militares.
“El vuelo innovador de ARTUµ culmina nuestro viaje de tres años para convertirnos en una fuerza digital”, dijo el Dr. William Roper, subsecretario de la Fuerza Aérea para adquisiciones, tecnología y logística, y añadió, “Poner la IA al mando de un sistema militar de EE. UU. de forma segur, por primera vez, marca el comienzo de una nueva era de competencia algorítmica y de equipos humano-máquina. No aprovechar todo el potencial de la IA significará ceder la ventaja de tomar decisiones a nuestros adversarios».
El vuelo con IA como copiloto
Durante este vuelo, ARTUµ fue responsable del empleo de sensores y la navegación táctica, mientras que el piloto voló la aeronave y coordinó con la IA la operación del sensor. Juntos, volaron en una misión de reconocimiento durante un ataque simulado con misiles. La principal responsabilidad de ARTUµ era encontrar lanzadores enemigos mientras el piloto estaba concentrado en detectar aviones enemigos, ambos compartiendo el radar del U-2.
El vuelo fue parte de un escenario construido con precisión que enfrentó a la IA contra otro algoritmo informático dinámico para probar la nueva tecnología.
Tras el despegue, el control del sensor se entregó a ARTUµ, quien luego manipuló el sensor, basándose en información previamente aprendida de más de medio millón de iteraciones de entrenamiento simuladas por ordenador. El piloto y la IA se unieron con éxito para compartir el sensor y lograr los objetivos de la misión.
El Laboratorio Federal U-2 diseñó esta tecnología de inteligencia artificial para que sea fácilmente transferible a otros sistemas y tiene previsto perfeccionar aún más la tecnología. El vuelo de ayer proporcionó datos invaluables no solo para que el equipo aprendiera, sino también para ARTUµ.

USAF