La corporación espacial rusa Roscosmos informó el pasado sábado 11 de febrero sobre la pérdida de presión en la cabina de la nave de carga rusa Progress MS-21 acoplada a la Estación Espacial Internacional (ISS).
Nuevamente, otra nave espacial rusa en la ISS sufre un incidente, tras que el pasado mes de diciembre en la nave tripulada Soyuz MS-22, quedara inutilizada para el regreso de astronautas.
«La corporación aseguró que la pérdida de presión en la cabina no supone ningún peligro para la ISS, porque la escotilla entre Progress MS-21 y la estación se encuentra cerrada», recoge la agencia de noticias rusa, Sputnik y añade «La temperatura y la presión a bordo de la estación están dentro de la normalidad, nada amenaza la vida y la salud de la tripulación»
Según lo publicado por Sputnik, el incidente no afectaría el desacoplamiento de la nave y su posterior hundimiento en el océano Pacífico programados para el próximo 18 de febrero. «Están supervisando la labor de todos los sistemas de la ISS y de momento no han detectado otros problemas en la estación»