El martes 20 de diciembre de 2022, Arianespace anunció la pérdida de la misión Vega-C VV22 tras su lanzamiento. La misión transportaba dos cargas útiles, los satélites de observación de la Tierra Pléiades Neo 5 y 6 para Airbus Defence and Space.
Posteriormente, el proveedor de servicios de lanzamiento, Arianespace y la Agencia Espacial Europea (ESA), autoridad de desarrollo del sistema de lanzamiento, crearon una Comisión de Investigación Independiente, que concluyó que tras el funcionamiento nominal de la primera etapa Vega-C P120C y el encendido nominal de la segunda etapa (Zefiro 40), se observó una disminución progresiva de la presión de la cámara 151 segundos después del despegue, lo que provocó la pérdida de la misión.
La Comisión de Investigación Independiente encargada de analizar la pérdida de la misión del vuelo Vega-C VV22 compartió sus conclusiones en una sesión informativa celebrada el 3 de marzo.
Las investigaciones iniciales, realizadas justo después del lanzamiento con los datos de vuelo disponibles, confirmaron que los subsistemas del lanzador reaccionaron a los acontecimientos según lo previsto, y que la causa del fallo fue un deterioro gradual de la tobera del Zefiro 40. Más concretamente, la Comisión confirmó que la causa fue una sobreerosión termomecánica inesperada del inserto de carbono-carbono (C-C) de la garganta de la tobera, adquirido por Avio en Ucrania. Investigaciones adicionales llevaron a la conclusión de que probablemente se debía a un defecto en la homogeneidad del material.
La anomalía también reveló que los criterios utilizados para aceptar el inserto de garganta C-C no eran suficientes para demostrar su aeronavegabilidad. Por consiguiente, la Comisión ha llegado a la conclusión de que este material C-C específico ya no puede utilizarse para el vuelo. No se ha revelado ningún punto débil en el diseño de Zefiro 40. Avio está aplicando una solución alternativa inmediata para la tobera de Zefiro 40 con otro material C-C, fabricado por ArianeGroup, que ya se utiliza para las toberas Zefiro 23 y Zefiro 9 de Vega.
«Teniendo en cuenta la naturaleza de la anomalía VV22, la Comisión subraya que sus conclusiones sobre Zefiro 40 no afectan al lanzador Vega, que confía en los motores Zefiro 23 y Zefiro 9. En este contexto, Arianespace decidió adaptar su calendario de lanzamientos para reasignar una misión a uno de sus dos lanzadores Vega restantes con una fecha de lanzamiento prevista antes de finales del verano de 2023″ indica un comunicado oficial, que añade «La Comisión de Investigación Independiente ha formulado una serie de recomendaciones destinadas a restablecer la confianza en los sistemas de lanzadores Vega y Vega-C mediante el establecimiento de planes de recuperación sólidos que garanticen un retorno al vuelo fiable y una explotación comercial sólida».
Las principales líneas de trabajo basadas en las recomendaciones son:
- Complementar las conclusiones de la Comisión con pruebas y análisis adicionales para garantizar la solidez de la cualificación del material C-C alternativo seleccionado para Zefiro 40;
- Implementar una fase adicional de cualificación del motor Zefiro 40 con el material C-C alternativo;
- Implementar un conjunto de acciones destinadas a garantizar una producción de lanzadores fiable y sostenible a largo plazo.
- Un grupo de trabajo dirigido por la ESA y Arianespace ha empezado a aplicar la hoja de ruta propuesta por la Comisión y seguirá de cerca la aplicación de las medidas por parte de Avio, contratista principal de Vega, con el fin de garantizar que Vega-C vuelva a volar de forma fiable y sólida. La fecha de lanzamiento prevista es finales de 2023.
«La ESA, como autoridad de calificación del sistema de lanzamiento, Arianespace, como proveedor de servicios de lanzamiento, y Avio, como autoridad de diseño y contratista principal del lanzador Vega, aunarán sus esfuerzos para alcanzar el objetivo común de una explotación robusta del sistema de lanzamiento Vega, en beneficio de sus clientes institucionales y comerciales» apuntan desde la ESA.