Virgin Galactic consiguó llegar al espacio por tercera vez en su historia, y la primera desde que se trasladó a su nueva base de Spaceport America en Nuevo México el año pasado. El exitoso vuelo de prueba de la compañía durante el fin de semana supuso un nuevo paso adelante en sus planes de trasladar turistas al espacio, al tiempo que transportaba algunas importantes cargas útiles de investigación para la NASA.
Virgin Galactic se había propuesto originalmente alcanzar el espacio por tercera vez el pasado diciembre, tras los exitosos intentos de 2018 y 2019. La nave nodriza de doble fuselaje VMS Eve de la compañía llevó el avión espacial VSS Unity a la órbita y lo liberó como estaba previsto, aunque su cohete no se disparó, lo que supuso un final rápido de la misión.
Tras investigar la causa del fallo, la empresa había previsto inicialmente realizar un nuevo intento en febrero, aunque se aplazó hasta mayo, ya que había finalizado una revisión de mantenimiento de la nave nodriza VMS Eve. La empresa también presentó en marzo una nave espacial de tercera generación, denominada VSS Imagine, cuyas primeras pruebas se esperan para este verano.
El éxito del vuelo espacial tuvo lugar el sábado, marcando el primer vuelo espacial del estado de Nuevo México. El VMS Eve llevó el avión espacial al aire y lo soltó en la altura prevista, y el VSS Unity encendió sus motores de cohete y se dirigió a una altitud de 90 km, y ambos vehículos regresaron a la Tierra para un aterrizaje seguro.
«Hace quince años, Nuevo México se embarcó en un viaje para crear el primer puerto espacial comercial del mundo», dijo Sir Richard Branson. «Hoy, lanzamos el primer vuelo espacial humano desde ese mismo lugar, marcando un importante hito tanto para Virgin Galactic como para Nuevo México. Estoy orgulloso del equipo por su duro trabajo y agradecido al pueblo de Nuevo México, que ha sido inquebrantable en su compromiso con los vuelos espaciales comerciales desde el primer día. Su creencia y apoyo han hecho posible el histórico logro de hoy».
El vuelo ofreció a Virgin Galactic la oportunidad de probar sistemas de estabilización mejorados, controles de vuelo y tecnología para reducir el ruido electromagnético. Pero el avión espacial también llevaba consigo experimentos de investigación para el programa Flight Opportunities de la NASA, cuyo objetivo es probar y desarrollar rápidamente nuevas tecnologías para la exploración espacial. La compañía está revisando ahora los datos del vuelo e inspeccionará el avión espacial y la nave nodriza antes de su próxima salida.

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