El fabricante estadounidense Boeing volvió a reducir la producción de su avión de doble pasillo 787 Dreamliner.
Por Alberto López
Boeing pasó de construir de seis a cinco unidades 787 al mes, hasta mediados de 2021, esto debido a la baja demanda en vuelos internacionales por la pandemia.
Además, la empresa no entregó ninguno de las aeronaves de fuselaje ancho durante noviembre, y los envíos de diciembre aún van a paso lento, pues algunos de estos equipos son inspeccionados en la búsqueda de alguna falla de fabricación, detectada recientemente.
También, algunas aerolíneas han decidido retrasar las recepciones de nuevas unidades 787, como la israelí El Al, que acordó postergar la entrega de su último 787-8 por segunda ocasión; la aeronave debía incorporarse en marzo de este año, pero se prorrogó hasta marzo del próximo año.
Aparte, la empresa aeronáutica estudia una venta de acciones, entre otras medidas, para aligerar la carga de la deuda, la cual asciende a US$61.000 millones para este año.
“Continuaremos invirtiendo en el negocio, pero tenemos que reducir el saldo de la deuda y analizaremos todas las oportunidades para hacerlo de la manera más eficiente”, dijo el director financiero de Boeing, Greg Smith.