Por Nicolás Zorro Rincón
El constructor estadounidense ha tenido que retrasar las entregas de su 787 Dreamliner después de que la Administración Federal de Aviación (FAA, en sus siglas en inglés) no aprobara la propuesta de inspección de la compañía para estas aeronaves.
Boeing habría ofrecido a la FAA tres aviones como muestra de los 106 que ya están terminados para su estudio y certificación, así como un procedimiento en el cual el personal del fabricante certificaría las condiciones de vuelo óptimas de la aeronave. Sin embargo, este plan no fue apoyado por los empleados del constructor que representan a la agencia, según lo informó el Wall Street Journal.
Este revés obliga a retrasar, aún más, las entregas de las aeronaves que se encuentran detenidas desde el pasado mes de julio cuando la FAA señaló que algunas unidades del 787 que estaban dispuestas a ser entregadas a las aerolíneas tenían un problema de calidad. Así mismo, la compañía inclumpliría tiempos con sus clientes por lo que estos podrían anular los pedido sin penalizaciones siendo un duro golpe financiero para Boeing.
“Boeing quiere y espera que nuestros compañeros hablen libremente, hagan preguntas y presenten diferentes perspectivas sobre cuestiones muy complejas y técnicas”, le dijo un portavoz del fabricante al WSJ. “Nos hemos comprometido con la FAA sobre este tema en reuniones y sesiones de trabajo durante cientos de horas y continuaremos haciéndolo” concluyó.
Mientras que la FAA afirmó que no dará el visto bueno “hasta que nuestros expertos en seguridad estén satisfechos.”