El administrador saliente de la FAA, Steve Dickson, declaró el jueves que Boeing necesita «asegurar la calidad continua de sus procesos de producción» en su FAL del 787 y “hasta que eso ocurra, los inspectores de la FAA firmarán cada avión que salga de la línea”. Dickson afirmó que la medida «aumentará la confianza que tenemos en la estabilidad y fiabilidad de sus procesos, porque estaremos allí físicamente evaluando la calidad de cada avión cuando salga de la línea».
Las entregas se interrumpieron el pasado mes de mayo, tras descubrirse que las fijaciones de titanio utilizadas para mantener unidas las secciones del avión tenían defectos de fabricación, originados en el proveedor. Con anterioridad hubo problemas con materiales compuestos contaminados y también el calce inadecuado de los espacios entre las partes de compuestos.
Dickson afirmó que Boeing está trabajando en todos los problemas descubiertos: «están poniendo en marcha procesos de mejora y nosotros estamos trabajando con ellos para asegurarnos de que no surjan este tipo de problemas de calidad aleatorios en el futuro», dijo. Así mismo también declaró que confiaba en que el uso de inspectores de la FAA para aprobar los aviones no ralentizará la producción innecesariamente.