La conjura de los necios. Restringir los vuelos privados y otras tonterías

por | Sep 6, 2022

El ministro de Transporte francés, Clément Beaune, ha anunciado que Francia está estudiando limitar el uso de aviones privados por parte de particulares y empresas en distancias cortas o cuando existan alternativas ferroviarias.

Según ‘Le Parisien’, el Gobierno francés trabaja desde julio en un plan para “actuar y regular los vuelos de jets privados” en el marco de las iniciativas de las autoridades francesas para frenar la crisis energética. Beaune ha sugerido que están evaluando incentivos, así como medidas de regulación y fiscalidad, al tiempo que ha señalado su intención de presentar la iniciativa en la próxima reunión de ministros europeos de Transporte en octubre, ya que “lo más efectivo es tener las mismas reglas” en toda Europa “y así se maximice el impacto”.

Beaune afirma que la enorme emisión de carbono para un número tan reducido de personas “no puede justificarse” y se muestra partidario de una prohibición total, aunque aceptará la regulación y/o restricción de vuelos, aunque no ofreció más detalles sobre cómo podrían concretarse estas medidas.

También el secretario nacional de Europa Ecología-Los Verdes (EELV), Julien Bayou, anunció durante una entrevista en ‘Liberation’ su deseo de «prohibir» este tipo de vuelos. El político francés anunció que presentará un proyecto de ley en octubre en la Asamblea Nacional francesa.

Estas medidas se añadirían a la prohibición en Francia de los vuelos de menos de dos horas y media que puedan realizarse en tren y que no han conseguido, a un año de su implantación, más que aumentar las emisiones de CO2 al promover vuelos de enlace desde hubs más lejanos y aislar regiones enteras de la conectividad aérea y, por tanto, de una buena parte de su actividad económica, social y cultural.

La respuesta del sector

Para la Asociación Europea de Aviación de Negocios (EBAA): “Es muy lamentable que el ministro opte por la vía más fácil, culpando a los directores generales que mantienen a Francia y a la UE a flote”, declaró Robert Baltus, director de operaciones de la EBAA. 

Las malas lenguas afirman que a Beaune se le ocurrió la idea por las cuentas de Twitter que rastrean los movimientos de los aviones corporativos y señalan la corta duración de algunos vuelos (algunos de los cuales de reposicionamiento). “Nos hemos dado cuenta con asombro de que la agenda política de la República Francesa se define ahora en base a una cuenta de Twitter”, sentenció Baltus.

Hasta aquí la noticia

Es difícil emitir una opinión sobre una propuesta absurda, descabellada, improcedente, estéril, necia a más no poder y que deja las vergüenzas al aire de las iniciativas francesas para “frenar la crisis energética”.

Ahora va a resultar que prohibir o restringir los vuelos privados es más ecológico que el Midcat para el transporte de gas (ahora) e hidrógeno (en breve) desde España a toda Europa, o al menos eso es lo que afirma Macron, que lo considera “inútil y dañino para el medio ambiente” afirmando que “lo que hay que transportar es electricidad baja en carbono procedente desde España para hacer la electrólisis en los lugares de producción que necesitan el hidrógeno”.

Es decir, lo mismo que hace unos siglos atrás arruinó a España en favor de Reino Unido: “ustedes envíen la lana, que yo ya hago los tejidos”. Solo que ahora el equivalente sería “ustedes inunden la Península de parques eólicos y solares y manden energía barata, que yo ya me quedaré con el valor añadido sin haber mancillado un solo metro cuadrado del terroir francés”.

No debería mezclar tantos temas, soy consciente, discúlpeme el lector, pero no puedo reprimir añadir un punto más a la trasnochada grandeur francesa de estos tiempos: ¿Qué está pasando con el FCAS? Ahí lo dejo, a buen entendedor…

Jorge Penalba

Jorge Penalba

Editor desde 1988, piloto ULM y PPL, entre las publicaciones aeronáuticas que ha publicado y/o dirigido, Aviación General y Deportiva, Fuerza Aérea, Aviación Comercial, Avion&Piloto y, desde 2009, Avion Revue Internacional. Acompaña al desarrollo de la aviación general y deportiva desde la irrupción de los ULM, realizando y publicando las pruebas en vuelo de buena parte de las aeronaves aparecidas desde entonces, desde el tubo y tela a los reactores ligeros. En Avion Revue se encarga, además de su dirección ejecutiva, de las secciones de Industria, MRO y Sostenibilidad.